Dar Buenos Frutos Espirituales

El discipulado no es un evento ocasional, sino un estilo de vida que produce fruto visible y duradero. Jesús nos llamó a hacer discípulos, a vivir guiados por el Espíritu y a reflejar a Cristo a través de nuestras acciones. El fruto de una vida conectada a Él se manifiesta en transformación personal, generosidad, servicio y la urgencia de compartir el evangelio. Este mensaje te invita a examinar lo que tu vida está produciendo y a comprometerte a permanecer en Cristo para dar fruto que glorifique a Dios y bendiga a otros.