Perspectiva

En medio de las pruebas y la adversidad, nuestra respuesta revela la profundidad de nuestra fe. La Biblia nos llama a pelear la buena batalla, no con contiendas, sino con paciencia, adoración y confianza en Dios. Como Pablo y Silas en prisión, cuando decidimos orar y alabar en medio del dolor, Dios actúa con poder. Las cadenas se rompen, los corazones se salvan y la alegría llega en la mañana. No es lo que enfrentamos, sino cómo respondemos lo que determina nuestro destino. La adoración cambia la perspectiva de nuestra situación, y la fe firme nos sostiene hasta ver la victoria que Cristo ya ganó por nosotros.